El 12 de junio de 2025, un avión de Air India, que operaba el vuelo AI 171 con destino a Londres, despegó desde el aeropuerto de Ahmedabad, India, con 230 pasajeros y 12 tripulantes a bordo. Menos de un minuto después del despegue, el piloto declaró emergencia con un llamado de “Mayday”.
Instantes más tarde, la aeronave cayó sobre un edificio residencial dentro del campus del B.J. Medical College, en una zona densamente poblada de Ahmedabad. La explosión y el incendio posteriores dejaron una escena devastadora. 241 personas murieron y solo una logró sobrevivir. También hubo víctimas entre quienes estaban en tierra.
Aún no hay una causa oficial del accidente. Se investigan múltiples hipótesis técnicas y humanas. Pero lo cierto es que esta tragedia se convirtió en el peor accidente aéreo en India en casi tres décadas… y dejó al mundo entero buscando respuestas.
Una zona devastada… pero con un detalle de vida
Los rescatistas contaron que la parte trasera del avión —donde viajaban muchos pasajeros y parte de la tripulación— fue completamente arrasada por el fuego. En cambio, cerca de la fila 11, donde estaba el único superviviente, el fuselaje se mantuvo en una condición menos destruida. Técnicos explican que esa área, reforzada por la estructura del ala, absorbió gran parte del impacto, dándole una "zona de vida" mínima, pero suficiente.
El único sobreviviente
El británico de origen indio Vishwash Kumar Ramesh, sentado en el asiento 11A junto a una salida de emergencia, es el único superviviente. Él explicó que el avión "se detuvo en el aire por 5–10 segundos", antes de embestir la estructura. Se despertó rodeado de restos, con heridas y miedo, pero alcanzó la salida de emergencia… y salió antes de que el fuego lo atrapara.
"No sé cómo estoy vivo", dijo desde el hospital, tras ver desaparecer los cuerpos frente a sus ojos. Esta historia —tan escalofriante como milagrosa— es un testimonio único desde dentro del desastre.
El punto de vista de la azafata
Como ex tripulante de cabina, mi responsabilidad iba más allá de servir café. En esos segundos de caos:
- Estaríamos sentadas en el jumpseat (el asiento de las azafatas), con el arnés y cinturón sujetos, ya que estábamos en pleno despegue.
- Gritando "Agachense y protéjanse la cabeza" sin parar a los pasajeros para proteger cabezas y cuerpos.
- Sin tiempo para armar cabina ni dar instrucciones largas: solo actuar, con el corazón en mil pedazos.
Probablemente esa tripulación actuó con profesionalismo hasta el último segundo, sin imaginar que era su último vuelo.
La tripulación
Comandante Sumeet Sabharwal
Copiloto Clive Kunder
TCP Aparna Mahadik
TCP Maithili Patil
TCP Nganthoi Sharma K
TCP Roshni Songhare
Suposiciones, no certezas
La investigación recién comienza; aún no hay conclusión oficial. Pero se están analizando hipótesis como:
- Fallo simultáneo en dos motores (dual thrust failure). Es hasta ahora la hipótesis mas probable ya que en los videos se ve el RAT (un motor auxiliar que solo funciona cuando los motores principales no);
- Bird strike, como en el caso de Sully;
- Contaminación de combustible;
- Configuración incorrecta de flaps o tren de aterrizaje;
- Cadena de eventos tecnológicos o humanos.
No hay nada confirmado… las investigaciones recién empiezan.
¿Por qué esto importa?
Esta tragedia no solo es la primera caída fatal de un Dreamliner, sino uno de los accidentes más graves de la historia aérea india. El impacto a nivel humano es enorme: azafatas, pasajeros, estudiantes, residentes y familias destruidas.
Pero también está la lección para los que vuelan: el rol de la tripulación de cabina es de protección y salvamento, entrenado para situaciones extremas. No están para servir café, sino para salvar vidas.
Una mirada desde mi experiencia
En mi canal, conté esta historia desde dentro de la cabina, sin morbo y con profundo respeto. Todos hablan de motores, pasajeros y sobrevivientes. Pero pocos hablan de las azafatas. De lo que viven. De lo que sienten cuando todo se desmorona.
Porque entender ese lado de la historia es acercarse al valor real —y a veces invisible— que hay detrás de un uniforme en 10.000 metros de altura.